Nuestra filosofía

La apicultura Medioambiental o conservacionista pretende integrar a los enjambres silvestres en un entorno natural con alguna figura de protección, sea pública o privada, por tanto, si nos esforzamos en mantener vivos endemismos de plantas y especies entomófilas en extinción, también los enjambres silvestres que polinizan estos endemismos deberían estar especialmente protegidos.

Lo primero que debería decirse de la Apicultura Medioambiental es que no es excluyente, puede y debe haber apicultura convencional, puede y debe haber miel a disposición del público, cada apicultor es responsable del bienestar de sus abejas y como tal, sabe muy bien dónde están los límites de su capacidad productora.

La miel no es solo miel, es “esfuerzo de abeja”, es muy difícil establecer el límite, ¿qué Cantidad de esfuerzo se le puede pedir a una colonia en una corta de miel?, intervienen muchos factores, las necesidades puntuales de liquidez del apicultor, puede que  decanten la balanza hacia forzar más a las abejas, así que factores totalmente ajenos a las abejas están influyendo directamente en su vida y en su salud. Por eso nosotros, opinamos que alguien en algún lugar del mundo debería renunciar a la miel para centrarse en la abeja, para esforzarse en conseguir que al Menos un pequeño número de enjambres silvestres viviera sin el yugo humano, ¡Aquí deberíamos caber todos!

A.S.A.F y NIP Estaciones Polinizadoras, pueden dar información de la labor desarrollada durante años en este sentido. Pero, ¿Se puede sacar miel de la apicultura Medioambiental? Ciertamente en raras ocasiones porque la extracción de miel significa manipulación de abejas, alguien que se denomine a sí mismo “Apicultor Medioambiental”, debería observar ciertas reglas de oro a seguir siempre.
Estas son las cinco reglas fundamentales del apicultor medioambiental, a saber:

  1. Las abejas fabrican sus propios panales con la cera exudada por ellas mismas, los panales serán construidos directamente sobre el techo y las paredes de los nidos, (sin cuadro móvil alguno), se rechaza así de todo punto la inserción de cera para forzar la fabricación artificial de nuevos panales con cera de dudosa procedencia.
  2. La miel se considera parte activa de la regulación térmica del nido de cría, ni los panales de miel, ni los panales de cría pueden ser alterados ni extraídos por el cuidador durante toda la vida de la colonia.
  3. No se dan grandes concentraciones de colonias de abejas en la naturaleza de forma natural, así, la apicultura medioambiental no admite concentraciones de más de seis colonias en una misma ubicación, para añadir colonias, se deberá constituir un nuevo emplazamiento a un mínimo de 500 metros en línea recta del anterior.
  4. La selección natural es la única arma de la que dispone la apicultura medioambiental para crear una cultura de abeja resistente, no se acepta la inserción de ningún tipo de alimento ni artificio químico en los NIP. Los Nidos para Insecto Polinizador, no son colmenas, las Estaciones Polinizadoras no son explotaciones apícolas, el apicultor medioambiental solo ofrece infraestructura para que los enjambres naturales existentes en la zona la acepten como nido.
  5. El cuidador, rechazará toda práctica encaminada a la extracción o elaboración de productos apícolas de las estaciones polinizadoras pobladas declaradas como tales, así mismo, se rechaza por completo la inserción de colonias asilvestradas en los NIP, en cualquier tipo de colmena que se pueda considerar de explotación en todas sus formas.

Dado el carácter de servicio de la apicultura medioambiental y el tipo de clientes a quien va dirigido, generalmente administraciones de medio ambiente y fundaciones o asociaciones con vocación conservacionista, los ingresos de esta labor pasan por cumplir con un contrato de mantenimiento y una dación de informes al respecto de las estaciones polinizadoras, además de desarrollar una labor de vigilancia activa del territorio en el transcurso de las obligadas visitas.