Tratamiento biológico contra la varroa.

Vaya semana de visitas, en todas las estacione polinizadoras lo mismo: nada, nadie sale ni entra, en todas las piqueras solo veo dos o tres abejas impidiendo el paso a alguna avispa que, intentarlo lo intenta, una y otra vez.Todas, sea en las perchas, o sea en las bancadas, todas las colonias esperan pacientemente a que vengan las lluvias, es inútil buscar nada de néctar se aplica la ley del mínimo esfuerzo, no hace falta salir, no hay nada que libar. A estas alturas deberíamos haber recibido un par de buenas tormentas para activar las floraciones de la segunda mitad del verano pero, nada.

Las abejas ya hace tiempo que han reducido el nido de cría, no se necesitan pecoreadoras no hay nada que pecorear, lo cierto es que en esta época, todo se centra en el mantenimiento de lo conseguido la pasada primavera.

No solo las avispas, las esfinges de la calavera intentarán saquear su miel, pero, sobre todo es el tiempo predilecto de un enemigo silencioso, empieza consumiendo inocentemente los corpúsculo de cera que caen al suelo de la colmena, en un descuido, cuando la población de abejas desciende drásticamente, las polillas intentarán apoderarse de los panales de las esquinas, menos vigilados.

 

 


Una colonia en buenas condiciones, y con una cultura higiénica adecuada, no permitirá que esto suceda, en estas condiciones de poca cría y mucho tiempo libre dentro de la colmena, es el momento de limpiar, limpiar al estilo abeja, todo se sella con propóleos en el interior de la colmena, no hay por donde colarse, las hormigas no encontrarán hueco, igualmente, las polillas hembra fecundadas no tienen acceso para la puesta de huevos y la entrada está también cubierta de propóleos y con una pequeña apertura fuertemente vigilada, cada corpúsculo de cera que cae al suelo es inmediatamente retirada.

Los panales, se limpian celda a celda escrupulosamente, nada debe quedar al azar si observas ahora el fondo de las celdas vacías ¡las ves relucir! En los NIP de las perchas, donde sí podemos examinar receptáculo de los residuos, encontramos también a los, todavía más silenciosos enemigos, las varroas, en este momento del ciclo de las abejas, las varroas no tienen nada, nada que hacer, miles de abejas han formado a una sola voz, un batallón de limpieza que no descansará, la cría se reduce solo a las reposiciones de los fallecimientos, no hay donde esconderse, ¡¡varroas temblad!!
En el fondo del coco que sirve de receptáculo de los residuos, aparecen esos corpúsculos de cera que las abejas retiran, uno a uno, algún grano de polen que cayó y no ha sido posible recuperar, pero sobretodo…

Aparecen cientos de varroas fundadoras que no encontraron huésped, cientos, quizás miles de varroas que ciertamente no han conseguido picar a las crías de las abejas, el enemigo ha sido descubierto, identificado y aislado, ¡¡eso sí!! Eso sí es un tratamiento contra la varroa efectivo; adiestra a un grupo de entes biológicas para que identifiquen y aíslen, para que retiren cuidadosamente las varroas, pueden hacerlo y… ¡lo hacen! ¡Sin contraindicación!
Enseña a las abejas a limpiar, enséñales a retirar las varroas, sobre todo dales la oportunidad de que aprendan a hacerlo.

¡RESPETA DE UNA VEZ SUS CICLOS VITALES!

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