Setecientos sesenta y nueve días, …!Padre!
Hoy hace 2 años y 39 días que no contamos con tu presencia física, pero no ha habido día que, por una razón u otra no nos hayamos acordado de ti, tan siquiera por un instante, tan siquiera para comentarte alguna novedad o anécdota acontecida en alguna Estación Polinizadora…
Mi padre temía al Alzheimer. Afirmaba que perder la memoria era perder el todo, por eso practicaba memoria a diario, intentaba aprender francés, sabía de memoria muchas de las fábulas de Esopo y Samaniego y susurraba la tabla periódica en las noches de insomnio, “Hidrógeno, Helio, Litio, Berilio…”
En una de las conferencia a la que fue invitado, le regalaron un ejemplar del libro “Momentos Estelares de la Naturaleza Española”, de Borja Cardelús junto a otros colaboradores como Miguel Delibes José Manuel Caballero etc… Un libro editado en 1992 por la Dirección General de Planificación y Estudios. Con la colaboración del Banco Santander.
A mi padre le llamó la atención un texto que empieza en la página 169 hasta la 170, el propio autor nos dice: -“Otro oficio de los buenos meses, es el de los colmeneros, que cosechan cuando las abejas trabajan en las flores. Los tratados antiguos apuran el detalle al hacer recomendaciones sobre cuanto concierne a esta industria”.
Es un magistral libro de naturaleza, con una edición exquisita, un cuaderno de campo anchamente recomendable, que solo roza tangencialmente el mundo de la apicultura en un texto que mi padre memorizó, y que recitaba a todas horas, viniera o no a cuento, interesara al interlocutor o no, en ocasiones solía decirle yo, que no necesitaba alardear siempre se esa manera, pero hacía oídos sordos a mis recomendaciones.
Llevo 769 días sin oírlo de tu boca, 769 días acordándome de ti por esto o por lo otro, 769 días sin poder consultarte nada, 769 días echándote en falta.
¡Necesitaba oírlo una vez más! Aunque fuera mi voz y no la tuya…
Seguimos!
Precioso relato Salvador.