Un zumbido de emoción en Horta Major

Este miércoles vivimos una jornada de esas que se quedan zumbando en el corazón. En el CEIP Horta Major de Alcoy, tuvimos la suerte de compartir una mañana mágica con dos grupos de niños de infantil, entre los 3 y los 5 años, que nos regalaron su curiosidad, su asombro… y muchas sonrisas.

Ataviado con mi traje de apicultor (¡el amarillo nunca falla!), desplegamos las láminas ilustradas que cuentan las aventuras de una colmena como si fuera una ciudad diminuta llena de personajes con sus propios trabajos. Allí estaban la nodriza, la obrera, la exploradora, la reina, el zángano… y tantos otros protagonistas de esta historia viva que es el mundo de las abejas.

Los peques escuchaban atentos, participaban con los ojos como platos, y hacían preguntas brillantes que solo salen de mentes tan limpias como las suyas. Tocaron el ahumador, vieron los guantes, el velo… y al final, cada uno se llevó una copia para colorear con las profesiones del mundo apícola, una forma de seguir jugando y aprendiendo en casa.

Pero lo más valioso no cabe en ninguna colmena ni se guarda en un bote de miel: fue el cariño sincero de los niños, sus abrazos espontáneos y esa energía que contagia. Esa que te recuerda por qué vale la pena lo que haces, incluso cuando el día a día se vuelve cuesta arriba.

A veces me preguntan por qué me meto en estos líos, si no sería más fácil solo cuidar de las abejas y dejar que el mundo gire solo. Pero después de momentos como este, no hay duda: educar, sembrar respeto por la naturaleza desde pequeños y compartir el asombro por lo sencillo… eso también es apicultura.

Gracias al equipo docente por abrirnos las puertas, a las familias por confiar en esta propuesta, y sobre todo, a los pequeños guardianes del futuro que, por unas horas, fueron parte de una gran colmena imaginaria.

Nos volveremos a ver, con más historias, más zumbidos… y quizás algún tarrito de miel.

Seguimos!!