Fin de semana de relaciones públicas.

La crisis nos ha obligado a permanecer en nuestras casas, a no hacernos nuestras tapitas en los bares. En Medio Ambiente, en lo que más se ha notado es en la falta de actos reuniones y exposiciones de trabajos de todos los que estamos en esta labor, por lo general tan solitaria como es, el voluntariado medioambiental.

El Pasado viernes nos reunimos mucho de los que tenemos algo que contar en temas Medioambientales con algunas empresas con ganas de hacer aquello de la Responsabilidad Social Corporativa y los que tienen la potestad de decidir qué autorizo y qué des-autorizo, la administración.

La organización del evento, la Fundación Victoria Laporta Carbonell, puso negro sobre blanco la necesidad de que estos tres tipos de colectivos trabajen unidos: por una parte existe afortunadamente, una creciente sensibilidad por parte de cada vez más empresas, en invertir en temas medioambientales y estrategias de marketing de diferenciación, al tiempo que se establecería un nuevo tipo de relación con sus trabajadores, al invitarles a participar como empresa en eventos relacionados con el voluntariado promovido.

La administración en Medio Ambiente, que ha sido tan mal tratada en esta crisis, podría verse aliviada y muy beneficiada en esta relación porque con la poca inversión que se viene dedicando a Medio Ambiente, se verían cara a la sociedad, unos resultado que impulsarían a destinar quizás más y mejores recursos a estos temas, porque sería una demanda social.

Quien aporta las ideas y el trabajo de campo, esos colectivos que les sobra la motivación, biólogos, ingenieros agrónomos y demás, que han elegido como forma de vida trabajar por el planeta, actualmente ven con desesperación que hay mucho trabajo que hacer, muchísimas huellas ecológicas que borrar y mucha conciencia que despertar. Es, como he mencionado, un trabajo en la sombra, toma de datos, procesado y redacción de informes que solo en alguna convención salen a la luz unos trabajos brillantes de conservación que después y solo después serán aplaudidos por todos.

Solo en esas ocasiones especiales se hace visible nuestra propia “cuenta de resultados”, pero no se suele mencionar, todas las trabas administrativas que debemos salvar, esa burocracia anquilosada, esos desplazamientos en ocasiones fallidos, y los diez millones de problemas financieros a los que nos enfrentamos dentro y fuera de nuestros proyectos…, dentro y fuera de nuestro entorno familiar directo.

Si estas reuniones, si estas jornadas dedicadas a tratar de poner en común a todos estos agentes, simplemente: si este responsable pudiera hablar con este voluntario y con este empresario, y entre los tres pudiésemos poner en marcha una línea de actuación común. Si estos actos estrecharan el cerco y fuesen capaces de aproximar las personas a las personas, dejando al margen ahora a las instituciones, seguro que podríamos conseguir que todos estuviéramos satisfechos con nuestro trabajo, nuestra responsabilidad y sus frutos.

Este es el deseo para el primer, «Panel de Expertos, iniciativa privada y Medio Ambiente Red Natura 2000«, ojalá podamos repetir la experiencia en muchas otras ocasiones:

http://biodiversidadyempresa-val.org/

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